Situado en una preciosa calle empedrada dentro de la muralla, la Taberna Rompeculos fue todo un acierto. El lugar es muy bonito y acogedor. Con su preciosa y moderna chimenea permite tener la temperatura ideal para disfrutar de una comida fantástica. La calidad de sus platos es increíble. El trato de su personal excelente. El precio muy acorde con cada plato. Sin duda será una visita obligada siempre que visitemos este precioso pueblo.